El 2014 está a punto de acabar, y toca además de pavo, hojaldrinas y uvas, pensar en el año próximo. Aprovechar fiscalmente 2015 va a ser complicado. Principalmente porque la fiscalidad del año que viene no incluye muchas opciones por las que adaptarse fiscalmente. Pero eso no quita que algunos comportamientos económicos estarán incentivados. Si quieres ahorrar en la declaración de hacienda de 2014 poco se puede hacer a estas alturas del año, aunque hay algunas excepciones. Para empezar todavía podemos hacer una aportación a un plan de pensiones, eso es algo que requiere poco tiempo. Pero lo que vamos a ver es cómo mejorar la fiscalidad de nuestras inversiones en 2015.

Vivienda

Al haber acabado los coeficientes de actualización y abatimiento para las viviendas adquiridas antes de 1994 que se vayan a vender por más de 400.000 euros, nos encontramos con una situación bastante complicada para determinar si merece la pena vender la vivienda en lo que queda de 2014 o mejor esperarse a 2015. Esto depende del año de compra de la vivienda y del precio, por lo que lo mejor es estudiar cada caso individualmente y hacer cuentas [más info pinchando aquí]. 
Si ya hemos vendido nuestra vivienda habitual y queremos ahorrar, más vale que hayamos reinvertido el capital total o parcialmente en una nueva vivienda habitual, o la ganancia tributará entre un 21 y un 27%, lo que puede ser un buen palo en la declaración de hacienda. Por último si lo que vamos a hacer es vender la vivienda para emplear el dinero en un instrumento que nos proporcione una renta vitalicia y tenemos al menos 65 años, eso sí, con un límite de 240.000 euros y un plazo máximo de seis meses.

Plan de ahorro cinco

A partir del uno de enero de 2015 veremos como las entidades financieras empiezan a comercializar unos productos conocidos como plan de ahorro cinco. Estos productos financieros estarán fiscalmente bonificados porque si se mantienen cinco años los rendimientos obtenidos estarán exentos de tributación. Por otro lado estarán limitados a aportaciones de hasta 5.000 euros anuales durante esos cinco años, es decir, se trata de un producto destinado a pequeños y medianos ahorradores. Los grandes patrimonios apenas notarán en su factura fiscal si invierten en ese producto.
Adicionalmente, hay que tener en cuenta que deben de garantizar el retorno del 85% de la inversión, por lo que dados los tipos de interés bajos de ahora, no podemos esperar altas rentabilidades por parte de los mismos. Eso sí, puede que sean una gran alternativa a los depósitos bancarios tradicionales.

Emplear el dinero

Los planes de pensiones siguen reduciendo la base imponible, por lo que si hacemos aportaciones a un plan de pensiones durante 2014 o 2015, la deuda fiscal del IRPF bajará. Por otro lado, su fiscalidad se hace menos atractiva, y hemos de tenerlo en cuenta.Si tenemos el dinero listo para ser destinado a la apertura de una empresa (de tipo SLNE) próximamente, siempre podemos hacer aportaciones a una cuenta de ahorro-empresa, que nos permitirá ahorrarnos hasta un 15% de las aportaciones.
Un error que se suele tener con las inversiones es desconocer la fiscalidad, puesto que esta puede ser superior a la rentabilidad de las mismas respecto a otra inversión similar. No sólo debemos de invertir inteligentemente en términos de riesgo y rentabilidad, sino en términos de fiscalidad.